Buenas noches, a las magas les pedí la oportunidad de estrenar mi propio canal.
Y aquí va mi primer mensaje, para quienes no andan por FB, con mis mejores deseos.
Después de cinco años, y con apenas un par de modificaciones, vuelvo a compartir con ustedes esta carta a las Magas de Oriente.
Va para ustedes, amigas, hermanas, compañeras y meigas, con mucho cariño y mis mejores deseos.
Reyes magos ¿O mejor magas? Para mis amigas
Carta a las magas de Oriente, 5 de enero de 2013.
(modificado y enriquecido con la suma de los dos últimos puntos, impagable aportación de nuestra querida siempre, e inolvidable amiga, Begonha Caamaño)
Empiezo porque me gustaría más que los reyes fueran reinas, o mejor, simplemente magas -o meigas- a ellas, o a quienes tengan poderes invoco para pedir estos deseos, dedicados de mis amigas y mujeres queridas.
Deseos que eran cinco, y que finamente son siete, gracias a los dos últimos aportados por la meiga Begonha, que afortunadamente llegaron a tiempo de ser introducidos en el texto/carta antes de ser enviada a sus sus majestades, las magas de Oriente.
Primer deseo: SALUD
Para todas, pero especialmente para las que se encuentran más vulnerables en estos momentos, que las sombras que las acechan se disipen y desaparezcan.
Segundo: TRABAJO DIGNO,
Para todas las que lo están viviendo con precariedad, angustia, incertidumbre, sobre explotación, discriminación, o simplemente están sin él, en el paro. Mujeres valiosas, responsables, luchadoras, maltratadas, a las que se ignoran sus derechos, con sus talentos desperdiciados, desaprovechadas y desprestigiadas socialmente, que no se merecen estar pagando las consecuencias de esta crisis capitalista, injusta para todos, si, pero que se ensaña con mayor crueldad contra las mujeres.
Tercero: FUERZA EMOCIONAL,
Para superar las heridas y secuelas de las decepciones del desamor, de la desamistad, de las deslealtades que tanto hacen sufrir a quienes aman de verdad. Fuerza chicas, para recoger las cenizas y reconstruir de nuevo nuestro universo, para empezar de cero cuando sea necesario, para amarnos primero a nosotras mismas y para volver a amar siempre, para volver a confiar y a disfrutar de los maravillosos momentos que sólo quienes se arriesgan son capaces de vivir, sentir y compartir.
Cuarto: CORAJE Y ENERGÍA,
Para seguir con nuestros proyectos, luchas y sueños en la construcción de un mundo mejor, más hermoso, justo y solidario, tanto en nuestro entorno privado cotidiano, como en otros ámbitos sociales y públicos. Lo que más me gusta de ustedes, de mis hermanas/amigas, de mis compañeras feministas, es precisamente eso, el nivel de compromiso, de amor a la vida y de indignación ante la injusticia, de pasión e inquietud permanente. Siempre combativas y sensibles ante personas y causas nobles, siempre solidarias y generosas, pero sobre todo, siempre sóricas ♀
Quinto: TIEMPO,
Tiempo para ejercer todo lo anterior, pero también para poder disfrutar y disfrutarnos, para compartir experiencias, pensamientos y sentimientos, nuestras alegrías y también nuestras penas. Tiempo para valorar nuestras luchas y saborear nuestras complicidades, para superar los fracasos y asimilar la responsabilidad que acompaña a los éxitos. Tiempo también para perderlo, para disfrutar ratos lúdicos con la gente que forma parte de nuestra tribu de afectos. Tiempo para viajar, para leer, para pasear, para disfrutar del sol, del mar, para bailar. Tiempo para las noches del alma, para la música y la poesía. Y para las noches meigas de vino y de fuego, de akelarres y alegrías. TIEMPO para la VIDA!
Sexto: AUTOESTIMA,
Para que nada ni nadie nos haga sentir nunca pequeñitas o como unas mierdas, que nunca nos arrebaten el orgullo de ser quienes somos y como somos, que jamas nos convenzan de que no valemos para nada o de que nuestros esfuerzos por cambiar el mundo son una tontería infructuosa o estéril.
Séptimo:
EMPATÍA: para saber colocarnos siempre en el lugar de los y las otras, para no juzgar antes de oír y entender, para que la soberbia no tiña de ruindad nuestras capacidades y triunfos y, sobre todo, para que seamos conscientes de que no podremos ser nunca plenamente felices mientras alguien, cerca o lejos, sufra por alguna causa injusta. Hagamos de la alegría un deber revolucionario e incluyamos la felicidad entre los Derechos Humanos.
Estos son mis deseos para mis amigas, hermanas, meigas, para mis compañeras feministas, para todas las mujeres luchadoras que nos vamos encontrando en el camino, y si fuera posible, que se extienda más allá, para las amigas de mis amigas, para las compañeras de mis compañeras, y así, abriendo el círculo, para todas las mujeres y hombres de buena voluntad.
María del Río, Lanzarote – Parlamento Canarias.
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