El Ayuntamiento de Guía, el silencio del Cabildo y el Gobierno de Canarias, quieren dejar a 70 familias con niños en la calle.
El pasado jueves 22 de marzo (2018) la empresa Unelco-Endesa cortó, sin previo aviso, el suministro eléctrico que abastecía a la Comunidad “La Esperanza” en el municipio de Santa María de Guía (Gran Canaria). La Comunidad “La Esperanza” es la comunidad autogestionada más grande del Estado español y se compone en su mayoría de familias sin recursos con hijos a cargo que a comienzos de 2013 fueron realojados allí a través de la Federación Anarquista de Gran Canaria, contando con el consentimiento de la promotora propietaria del inmueble que aún se encuentra litigando su proceso de embargo a manos de Bankia (siendo adjudicataria de la deuda la SAREB).
La gravedad del acto de Unelco-Endesa es incalificable desde una perspectiva humanitaria si atendemos a que en la Comunidad viven más de 70 familias, unas 200 personas, siendo más de la mitad de ellas menores.
El problema no es sólo que la comunidad carece de luz, sino también de agua, pues el hidro que traslada el agua a las viviendas no funciona sin energía eléctrica. Las consecuencias directas para estas familias y sus hijos, obligadas de un día para otro a vivir sin agua y sin luz, pueden ser irremediables si no hallamos una solución urgente.
Unelco-Endesa siempre se ha negado a regularizar el suministro eléctrico, a pesar de la disposición de los vecinos a pagar contadores y cuotas. La negociación con ellos ha sido imposible desde hace 5 años. A su vez ninguna administración pública ha aceptado mediar o intervenir para garantizarnos este derecho a los suministros básicos que la propias normativas municipales establecen.
Es por eso que queremos denunciar esta situación, provocada por Unelco-Endesa con la complicidad de todas las administraciones públicas competentes que se proponen crear una crisis humanitaria en “La Esperanza” de consecuencias irreversibles. Las vecinas y vecinos de la Comunidad no pensamos permitirlo y buscaremos por nosotros mismos las soluciones que ellos no nos dan. Pero para eso necesitamos primero dar a conocer nuestra dramática situación y que los medios comparezcan e informen de un hecho que se prefiere silenciar: que en el democrático Estado español, en esa zona política progresista y avanzada llamada Europa, 200 personas, en su mayoría niños, carecen de los suministros más básicos (agua y luz) por culpa de la codicia de una empresa privada y por culpa de la vergonzosa inhibición de las administraciones públicas.
En febrero de 2013 más de veinte familias necesitadas y sin techo eran realojadas por la Federación Anarquista de Gran Canaria en unos bloques abandonados.
Trabajando colectivamente, las familias los habilitaron y adecentaron, haciendo todo tipo de trabajos por el bien común y desarrollando proyectos para avanzar hacia la autogestión alimentaria.
La comunidad, bautizada como «La esperanza», ha continuado creciendo, y actualmente alberga a 207 vecinos – entre ellos 103 niños – que ocupan 65 viviendas.
Los libertarios grancanarios, sin embargo, anuncian que esta experiencia no se quedará reducida a su actual dimensión. «Aún no hemos acabado -dicen -, según vayamos dando los pasos para hacerlo público se irá viendo que la verdadera lucha comienza ahora».
Incluimos a continuación el vídeo que la FAGC ha remitido y en el que se recogen algunos momentos del proceso que transformó unos bloques abandonados en su condición de «propiedad privada», en un nuevo hogar para hombres, mujeres y niños.
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