La acampada por una vivienda digna con más de 180 días de lucha, hoy aguanta el chaparrón, nunca mejor dicho, y da la mayor muestra de dignidad continuando la acampada en condiciones bastante difíciles por las fuertes rachas de viento que les rompieron toldos y ahora las fuertes lluvias que ponen más dificultades a las ya existentes de la supervivencia en la calle por no tener una vivienda.

Nuestra más completa solidaridad con est@s luchador@s que representan lo más solidario y empático de todo el pueblo canario que recibió y sigue recibiendo con los brazos abiertos a todo forastero que arriba a esta islas, unas veces para su mal como fue el exterminio que supuso la conquista y las otras para bien, como han sido las aportaciones de tantos ilustres viajeros que se afincaron por estos lares dejando profundas huellas en la cultura, el habla, la ciencia, etc.

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